Un nuevo estudio de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) descifró el misterio de una nebulosa detectada hace 16 años, la cual parece tener sus orígenes en el choque de dos estrellas que se fusionaron para formar un esferoide luminoso, único en su tipo.
Los científicos se percataron de la presencia de una gota de gas grande y débil con una estrella en su centro. Entre todo, se destacaba una mancha azul provocada por un anillo grueso localizado dentro de ella, fue así que la identificaron como la “Nebulosa del Anillo Azul”.
Los investigadores de la NASA expusieron que pese a que los sistemas estelares fusionados son muy comunes, su estudio requiere de un tiempo prolongado después de su formación. Eso se debe a que en el momento de su origen se encuentran oscurecidos por los escombros que provocó la colisión y más tarde se convierten en difíciles de identificar porque tienen un gran parecido con las estrellas no fusionadas.
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