Andrés Manuel López Obrador dijo en campaña en una reunión con empresarios que si los resultados electorales del primer domingo de julio del 2018 no se respetaban el tigre se soltaría y haber quien lo amarraba, fue precisamente lo que sucedió el domingo 5 de mayo, el tigre se soltó, el tigre sólo aguantó amarrado cinco meses.
Y es que al menos diecisiete mil mexicanos cansados de soportar las políticas aplicadas por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fueron suficiente motivo para que salieran a las calles tanto de la Ciudad de México, como de Guadalajara, Jalisco, Querétaro, Querétaro, León, Guanajuato, Mérida, Yucatán, Mexicali y Tijuana, Baja California, estas últimas en menor proporción a exigir la renuncia del actual Jefe del Poder Ejecutivo Federal.
El tigre representado por esos diecisiete mil mexicanos entre ellos el ex –presidente de México, Vicente Fox Quesada, están hartos de que el político tabasqueño haga recortes al presupuesto en aras de ahorrar, cansados de que el presidente “liberal”, el presidente “juarista” insista en dejar en el desempleo a miles de compatriotas que por muchos años prestaron sus servicios en dependencias del gobierno federal bajo el pretexto de la llamada austeridad republicana, al cual quiere llevar a la austeridad franciscana.
El tigre se soltó, no soportó más la camisa de fuerza que impone desde el 1° de diciembre a la fecha Andrés Manuel López Obrador, quien fue electo por amplia mayoría de mexicanos en edad de votar el 1° de julio de 2018, por ello el felino sacó las garras, salió de su jaula tomó las calles de pocas de las varias ciudades más importantes de México y lanzó sus primeros rugidos, marcando con ello un hecho sin precedentes en la historia de la insipiente vida democrática de nuestro país (México) pues ni en cerca de ochenta años de gobiernos priístas hubo quienes se atrevieran a salir a las calles a exigir cambios en la política social y económica aplicada por los mandatarios en turno.
Política social y económica que después del movimiento revolucionario se mantuvo dentro del proteccionismo, pero que en 1982 con Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) comenzó a sentar las bases del neoliberalismo el cual estuvo vigente desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), pasó por Vicente Fox Quesada (2000-2006), Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012) ambos de extracción panista y cerró con el priísta Enrique Peña Nieto (2012-2018), política neoliberal que rechazó el gobierno lopezobradorista para con un gobierno de izquierda retornar a la política asistencialista basada en repartir dinero entre la clase más desprotegida del país, como si fuera la Lotería Nacional sin pensar que la cobija por más que la estire no le alcanzará para cubrir a quienes reclaman un pedazo.
Pero el tigre también se soltó debido a que Andrés Manuel López Obrador, como presidente de millones de mexicanos, con sus discursos se ha encargado de dividir al pueblo que gobierna al acusar de neoliberales y “fifís” a quienes no están de acuerdo con su manera de gobernar, incluidos medios de comunicación, a quienes no comparten su idea de inyectarle más recursos a Petróleos Mexicanos, a quienes no están de acuerdo que les haya retirado los apoyos económicos a las estancias infantiles, a quienes no están de acuerdo que acuse de corruptos sin tener las pruebas suficientes o dicho coloquialmente sin tener los pelos de la burra en la mano, a quienes le reclaman porque los índices de inseguridad lejos de bajar van como el dólar a la alza, a quienes se molestaron porque canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El tigre se soltó, esbozó sus primeros rugidos el 5 de mayo, prendió los primeros focos de alerta y aunque AMLO lo desoyó puede ser la mecha encendida que propague el fuego para entonces sí mediante la Revocación de mandato decirle al político tabasqueño que se vaya al no cumplir con las altas expectativas que en su campaña de 2018 levantó entre millones de mexicanos que exigían un cambio, un cambio que está muy lejos de llegar.
Ahora sí que el tigre le puede aplicar a López Obrador la máxima regla “el pueblo pone, el pueblo quita”, cómo él (AMLO) lo reiteró en su campaña proselitista del año pasado.
¡Cuidado AMLO, porque el tigre, ya se soltó¡
El autor de esta columna es periodista desde hace 35 años, es director del portal de internet www.ensaladadeportivabaja.net y es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad de Tijuana CUT, Campus Altamira.