TEMPORADA DE PATOS
Por: Ricardo Falcó
LLEGAR AL PODER Y CONSTRUIR: PORQUE DAVID GUAKIL INVIERTE PARA SER DIPUTADO
“El que paga para llegar, llega para robar”
Carlos Gaviria Díaz.
El resentimiento de los ciudadanos contra los partidos y los políticos no es infundado. Vez tras vez vemos como los mismos personajes incursionan en la política prometiendo cambios y gobiernos diferentes pero invariablemente resultan en la repetición del sistema de corrupción. Ejemplo de ello, es el distrito 08 en Tijuana, donde esta el vivo ejemplo del político vividor que cada campaña electoral solicitan el voto de la ciudadanía para después olvidarla.
David Saul Guakil, quien se presenta como un empresario exitoso, compite como candidato del PAN a través de la alianza de este partido con Movimiento Ciudadano para diputado federal por dicho distrito. Sin embargo, no a pocas personas les ha resultado extraña su postulación, pues hasta hace poco el personaje militaba en el PRI, el partido de Enrique Peña Nieto, de quien fue coordinador de campaña en Baja California hace 6 años y desde donde ostentó diversos cargos municipales y federales. De regidor y luego diputado local, a Delegado de la Secretaría de Economía en el estado.
Y es que Guakil resulta un ejemplo claro de quienes utilizan la necesidad y pobreza de la gente para llegar a posiciones desde donde manejan el gobierno como negocio personal.
Quizá usted lo reconozca como un candidato de perfil empresarial con recursos para colocar una enorme cantidad de propaganda electoral -que terminará en la basura- a lo largo de colonias marginadas como Sánchez Taboada, 3 de Octubre o Camino Verde. Sin embargo, basta con echar un vistazo a su historial para entender, apelando a la inteligencia del lector, cómo logró hacerse del capital necesario para ser uno de los principales especuladores de bienes raíces de la ciudad.
Su esquema de negocios fue simple: asignar obras públicas a contratistas a cambio de “moches” de hasta el 30% en efectivo y por adelantado. Así, en poco tiempo logró amasar capital suficiente para iniciar la construcción de desarrollos inmobiliarios en las zonas con mayor plusvalía. Por ejemplo, la famosa Torre Cosmopolitan, en Zona Rio, que incluso recibió el apodo de Torre Ramo 33. Veamos porqué.
Desde su posición como Secretario de Desarrollo Social durante la administración priista de Carlos Bustamante Anchondo (si, el alcalde que endeudó millonariamente a la ciudad para comprar luminarias que resultaron un fraude), Guakil obtuvo el acceso y control de recursos federales destinados a obras sociales. Hablamos de programas como el Ramo 33, Hábitat y de Recuperación de Espacios Públicos (PREP).
Entre los empresarios del rubro constructor el nombre de Ever Valdez era harto conocido, pues como responsable del programa Ramo 33 dentro de la Secretaría de Desarrollo Social, era quien se apersonaba con ellos para solicitar la comisión. Siempre por adelantado y en limpio efectivo.
Pero no actuaba solo; también fungía como representante de Saúl Guakil la amante de este, naturalmente de todas sus confianzas. Blanca Sagayo, quien ahora vive un departamento que el empresario le proporcionó en la calle 7ma en el centro de la ciudad, era quien cobraba y administraba el dinero de dichas corruptelas. Claro, la relación llegó a oídos de su esposa, quien por alguna temporada lo exilió del hogar. Pero esa es otra historia que más adelante abordaremos, pues continúa siendo eje de las operaciones del empresario judío.
Volviendo a lo que nos ocupa, resulta interesante el comportamiento del candidato del PAN-Movimiento Ciudadano-PRD, pues tanto en redes sociales como en público, se esforzó por llevar a los electores una figura de alguien comprometido con Tijuana y el desarrollo económico de sus habitantes. Lo que los ciudadanos del octavo distrito probablemente ignoran, es que David Guakil, a través de sus representantes legales, cada año presenta un amparo contra el Municipio de Tijuana para que les sea regresado el impuesto predial, basándose en lagunas legales, prosperando junto a otros conocidos empresarios en su desobligación para cumplir con su ciudad.
¿Elegiría usted a alguien que ni siquiera paga sus impuestos a la ciudad que dice le dió tanto? ¿Por qué ha invertido millones de pesos en publicidad y promoción, además de una enorme nómina de operadores del voto? ¿Es razonable dudar de su interés en llegar a una posición desde donde podrá echar mano del presupuesto federal para obras publicas? Dejo las respuestas al criterio del lector.
Más información en:
http://zetatijuana.com/2013/01
http://zetatijuana.com/2013/01
http://rosaritoenlanoticia.blo
https://linderonorte.com/tag/d