Ensenada.-El Colegio de Ingenieros Civiles de Ensenada (CICE) manifestó su preocupación por el derrame de aguas negras sin tratar al mar luego del colapso en el Cárcamo de “El Ciprés”, reportado por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe).
Durante la reunión semanal de la membresía, Fabián René Ibarra López, presidente del CICE señaló que gran parte de los 350 litros por segundo de aguas negras que eran bombeadas por el cárcamo van a dar al humedal conocido como “La Lagunita” y el resto se derrama al mar.
Con ellos, apuntó, se enfrenta el riesgo de contaminar el agua que produce la desaladora, ya que a cientos de metros de los escurrimientos se encuentra la toma del agua para ser desalada y enviada a los hogares y consumidores de la ciudad.
Cuando funciona adecuadamente el Cárcamo de El Ciprés, bombea las aguas negras a la Planta de Tratamiento de “El Naranjo” para ser tratadas y enviada una parte a los campos agrícolas de Maneadero y el resto va al mar, pero libre de contaminación, explicó.
Ingenieros Civiles, algunos de ellos técnicos expertos en el tema, consideraron que ante el colapso del cárcamo, funcionarios de la Cespe tomaron la decisión equivocada ya que primero dejaron pasar tres días antes de intervenir y buscar una solución.
Lo que se procedía en ese caso, explicaron, era cortar de inmediato la entrega de agua a las colonias que derivan sus aguas negras a El Ciprés, para evitar que se propagara la contaminación y abocarse de inmediato a reparar el daño a la tubería.
Señalaron que a pesar de la canalización de parte de las aguas negras hacía otros cárcamos y plantas de tratamientos, las aguas restantes que van a La Lagunita y al mar, aún constituyen una fuente de contaminación y representan una grave riesgo sanitario y de salud pública.
Advirtieron que la planta de El Gallo y los cárcamos Bucaneros, Diamante e Industrial fueron utilizado para desfogar parte de las aguas negras con el riesgo de que colapsaran, ya que si bien es cierto tienen cierta capacidad nominal de bombeo, por su antigüedad ya no son aptos para someterlos a mayor presión.
Hay temor de que con el cambio de gobierno y por los despidos de personal técnico especializado, se haya contratado o encargado el trabajo a personas inexpertas que hayan provocado o mal atendido el problema, y de ser así, consideraron los ingenieros, la autoridad debe responder a la sociedad.
No es posible que por razones políticas o de mal entendida austeridad, se hayan tomado decisiones que afecten a la población en términos de la continuidad del servicio, pero también de posibles afectaciones sanitarias, dijo el presidente del CICE Fabián René Ibarra López.
El dirigente manifestó su satisfacción porque el problema ya quedó resuelto este viernes a mediodía, pero debe evitarse que vuelvan a ocurrir este tipo de situaciones que pueden desencadenar una crisis sanitaria en la ciudad y molestias a la población.
Los ingenieros civiles acordaron invitar al director de la Cespe y al subdirector operativo para que expliquen qué fue lo que realmente sucedió y solicitar que se lleve a cabo una investigación para deslindar responsabilidades y sancionar a los culpables si los hubiera.