TIJUANA.- El gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, elogió la atención que los nuevos alcaldes de Tijuana, Tecate, Playas de Rosarito y Ensenada, han puesto para disponer las acciones de combate a los incendios forestales que amenazan con propagarse a zonas pobladas donde los residentes corren riesgos letales.
En su acostumbrada videotransmisión al término de la reunión mañanera de la Mesa Técnica de Coordinación de Seguridad, el próximo mandatario lamentó que el todavía gobernador Kiko Vega –le quedan menos días-, no ha mostrado interés y preocupación por lo que está pasando en esta temporada de incendios que los vientos propagan amenazadores”.
De su parte, dijo, ha estado pendiente y en comunicación constante con las autoridades municipales, pero también con las del sur del vecino estado de California (EE. UU.), entre estas la directiva del Distrito de Agua de San Diego, para prevenir la necesidad de apoyos con equipo y elementos, o bien, el suministro de agua en caso de emergencia.
El próximo gobernador Bonilla Valdez, quien asume el cargo en solemne ceremonia programada para los primeros minutos del día 1 de noviembre entrante, en la sede de la XXIII Legislatura estatal, concentró su mensaje a las incidencias relacionadas con las conflagraciones registradas en el Valle de Guadalupe, donde la Guardia Nacional tuvo que cerrar el paso al tránsito vehicular, por las malas condiciones de visibilidad, además de los riesgos de recibir chispas arrastradas por las corrientes de aire.
En su videomensaje, acompañado del delegado federal único, Jesús Alejandro Ruiz Uribe; y, el secretario técnico de la Mesa de Coordinación, Isaías Bertín Sandoval, comentó que estos detalles fueron comentados en la junta de trabajo cotidiana en la sede de la Policía Federal, a la que concurren jefes militares y policiales de los tres niveles de gobierno.
Finalmente, reiteró su disposición a mantenerse atento a lo que suceda estos días con los incendios que, como históricamente se sabe, han devastado extensas zonas forestales, suburbanas y hasta urbanas en ciudades de California, en tanto que en Baja California, también se han registrado siniestros de alto impacto, lo que obliga a estar preparados para enfrentar las contingencias.