Playas de Rosarito, Baja California, 29 de agosto de 2024. – La adolescencia suele ser la etapa
con mayor vulnerabilidad para iniciar el consumo de drogas. Así lo estableció el Observatorio Mexicano de Salud Mental, según la demanda de tratamiento por consumo de estupefacientes en 2023, la cual ascendió a más de 179 mil personas. Las principales sustancias con las que se inició el consumo fueron el alcohol (38.6%), el tabaco (31.4%), la marihuana (16.8%) y los estimulantes tipo anfetamínico (anfetamina, metanfetamina, éxtasis o estimulantes de uso médico) ETA (7.4%).
El consumo de drogas en México se ha convertido en una amenaza, principalmente para quienes crecen en contextos de violencia, pobreza o desintegración familiar.
“Las estadísticas oficiales nos hablan de que las sustancias de inicio de consumo en Baja California, son las metanfetaminas, marihuana y alcohol. Experimentan en promedio a los 15 años de edad, cinco años después llegan a las drogas de impacto y pasan 10 años de consumo antes de que busquen tratamiento. En ese lapso de tiempo, abandonan la escuela, rompen lazos familiares, sufren incontables situaciones de riesgo y de salud; prácticamente desperdician años de vida”, señaló Meléndez Yáñez.
La comunicación con los menores es una de las principales herramientas de prevención. Al hablar sobre el consumo de sustancias y sus efectos, es importante dejar claro los daños físicos y emocionales, evitando las tácticas de intimidación. Si hay enojo o inconformidad por alguna situación, es mejor dejar la conversación para otra ocasión.
“Es importante reconocer los signos de riesgo o advertencia de consumo de drogas. Los padres o tutores pueden estar atentos a cambios repentinos de amistades, modificaciones en los patrones de sueño, bajo desempeño escolar, gastos repentinos, falta de interés en labores o actividades diarias, parafernalia de drogas en objetos personales o en la habitación. Cada detalle cuenta y es importante detectarlo por el bien de los adolescentes”
Ante cualquier signo de alarma es importante pedir ayuda. El consumo de sustancias además de ocasionar problemas de salud puede poner a los consumidores en situaciones fuera de la ley, lo que podría terminar imputaciones por algún delito relacionado al consumo, posesión, tráfico de estupefacientes o algún ilícito relacionado. Cualquier persona puede pedir información o denunciar algún posible delito en las líneas de emergencia 911 o a la línea de la Guardia Nacional 088.
La Fundación Manos Unidas por Rosarito A.C. y Unidos por la Prevención en BC, realiza sin costo seminarios sobre diferentes temas de prevención en escuelas públicas y privadas, casas hogar, comedores comunitarios, comités de vecinos, grupos organizados, organizaciones religiosas y organismos empresariales. La población puede solicitar información sobre las fechas y lugares al número de WhatsApp (661) 114 54 83.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el consumo de estupefacientes en el mundo va en constante aumento, mientras que solo el 5% de los consumidores recibe tratamiento. A esto se le suma las importantes brechas en el tratamiento según el nivel socioeconómico de las regiones y de las personas.
Lorena Meléndez Yáñez, concluyó con un llamado a la población para realizar labores de prevención, educación y brindar apoyo constante a las futuras generaciones para desligarse de los peligros asociados con el uso de sustancias ilícitas. Agregó que solo a través de un esfuerzo conjunto, que involucre a familias, escuelas, autoridades y la sociedad en general, se podrá reducir el impacto devastador de las drogas en la juventud bajacaliforniana.