Tijuana. – Ante este lamentable clima de inseguridad de Tijuana, que está por superar a la registrada en la administración anterior, quiero fijar mi postura ciudadana y como legislador respecto a la ola de violencia.
Desde mi campaña, y al momento de asumir el compromiso de atender las necesidades de la población ya como legislador, a través de las gestiones sociales, la aprobación de los recursos públicos, y la presentación de iniciativas que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de los bajacalifornianos, he destacado mi interés en el tema de la seguridad pública.
En Tijuana, en lo que va del año se han cometido mil 203 homicidios dolosos; solamente en los primeros seis días de agosto 29 personas han sido asesinadas de manera violenta en las calles de la ciudad, esto equivale a un promedio de seis personas ejecutada cada día. La situación es tan grave que, la capacidad de asombro de los habitantes de Tijuana, es casi nula, pues se habla de los hechos violentos como si fuera el pan de cada día.
Los más recientes incidentes que involucran a menores de edad, son los casos de un menor de 12 años de edad en la colonia Mariano Matamoros, y una adolescente de 15 años en la colonia Sánchez Taboada, lo que se supone que la criminalidad va escalando e influyendo cada vez más en los espacios de convivencia de la niñez y población adolescente.
El estudio de Niñas, niños y adolescentes víctimas del crimen organizado en México, indica que: …en los últimos diez años ha crecido considerablemente la posibilidad de morir por homicidio doloso dentro de la población entre 15 y 29 años, ya que el 36.4 por ciento de las víctimas se ubicó en ese grupo de edad.
También indica que: En 2018, tales delitos ocurrieron principalmente en Colima, Baja California, Guerrero, Chihuahua, Quintana Roo y Guanajuato. Para el periodo de 2015 a 2018, Chihuahua, Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Baja California fueron las cinco entidades que registraron las mayores tasas de homicidios de personas menores de 18 años.
Coincido con la conclusión que hace el estudio, que refiere que las estadísticas y problemáticas que originan el tema son fundamentalmente por el fracaso de políticas gubernamentales relacionadas con la seguridad pública y la pérdida de control territorial.
Es por eso que, como ciudadano y representante popular, deseo comunicar el sentir de la población que día con día me ha manifestado la preocupación de que sus hijos puedan ser asesinados en medio de la ola de violencia e inseguridad que se vive actualmente en Tijuana.
Es necesario que sea destituido el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y que el cabildo nombre a una persona con carrera policiaca, que forme libremente a su propio equipo de confianza.
Es de suma importancia que el Consejo y Comité Ciudadano de Seguridad Pública Municipal, promueva políticas públicas y acciones preventivas focalizadas a contener el fenómeno, así como realizar los diagnósticos y pronósticos para la detección del crimen organizado.
Así también garantizar de manera urgente, la seguridad social de los agentes policiacos de las diversas corporaciones, en la que incluye, que, de manera urgente, reciban la atención médica adecuada a quienes resultaron y resulten positivos a covid-19, así como se les realicen pruebas a sus familias.
Es tiempo que los representantes de las diferentes fuerzas políticas, funcionarios de seguridad, organizaciones civiles, comunidad académica y de los medios de comunicación, así como población en general, continúen realizando los posicionamientos necesarios, para que la autoridad municipal se haga cargo de la responsabilidad que la ciudadanía le confirió.
