Tijuana,20 de marzo de 2025.- En el corazón de la Zona Centro, entre la calle Segunda y Constitución, una pequeña jaula esconde un gran misterio: Alejandro, un canario entrenado para predecir la fortuna de los transeúntes. Su dueño, José Hernández, ha hecho de esta tradición un vínculo inquebrantable entre hombre y ave.
Los pajaritos de la suerte han sido parte de las calles mexicanas desde la Revolución, y hoy, José mantiene viva la costumbre. Basta con decir el nombre en voz alta para que el canario escoja cuatro mensajes que prometen revelar destino, amor o felicidad.
“Lo que me gusta más es que las cartitas son mensajes de animación, de inspiración, incluso de orientación”, comparte José, quien ve en Alejandro más que un compañero de trabajo: un verdadero amigo.