DEPRESIÓN ESTACIONAL DETRÁS DEL ESPECTRO DE KIKO Y LA MAESTRA DE LAS ESTAFAS
Por Benjamín M. Ramírez
El jueves 07 pasado era el día esperado. Como empleados del Colegio de Bachilleres del Estado de Baja California la esperanza se cernía sobre las primeras horas de la mañana. Antes de las 07:00 para ser exactos. Sin embargo, la expectativa, con el correr del tiempo, creció en decepción, hartazgo y desilusión. Lo que se anhelaba en especial, para esa fecha, no llegó.
Así transcurrían las horas. Por la tarde, los agremiados bajo las siglas del SPCOBACH celebraron su posada. En ese evento, el líder de la colectividad manifestó su inconformidad ante una violación al contrato colectivo de trabajo. No había explicación alguna que pudiera calmar los ánimos enardecidos de una creciente ola de inconformes. Todos estaban a la espera. Algunas acciones que se acordaron, a medida de presión, fueron la suspensión de la aplicación de exámenes y el cubrir su jornada laboral de forma habitual. La entidad educativa optó por recorrer el calendario de evaluación. Sin embargo, el tiempo transcurría en un fin de semana aciago, triste, frío y con nubarrones.
Sin duda, la falta de pago de una prestación laboral como el aguinaldo fue la oportunidad propicia para los detractores del actual comité sindical para lanzar sus inconformidades y desacuerdos. En sus intentos vanos de propiciar un divisionismo, una minoría que no deja escapar la más mínima ocasión para la descalificación, la diatriba, la injuria, el improperio, la ofensa, la afrenta, el escarnio o la perorata, descalifica los esfuerzos y gestión de quien encabeza los destinos del SPCOBACH.
Es muy claro que la inconformidad era patente y latente. Ya que a nadie le gusta que le trunquen sus ilusiones, expectativas o intereses. Menos, el que jueguen con la sacralidad del salario devengado. También es justo el pedir explicaciones, fechas y certezas. Estoy seguro que en lo anterior coincidimos todos. Sin embargo, tampoco es razonable descargar todas las frustraciones personales en por las responsabilidades ajenas. Considero y, es mi convicción, de que las gestiones pertinentes se hicieron en tiempo y forma, y que el divisionismo sólo beneficia a una de las partes.
De algún modo el patrón puede darse una idea de a cuánto asciende el capital gremial del Secretario General. Ya lo expresa la vieja conseja popular: “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Quizá, de manera fortuita, el yerro fue un termostato para medir y tantear la animosidad de la base. Lo cierto es que en la realidad, la alianza de los dos entes sindicales se fortaleció al determinar las acciones a seguir, con el respaldo de la gran mayoría, que se encontraba a la expectativa para continuar con lo conducente para ejercer presión y evitar que se siguiera violentando la cláusula 43 del Contrato Colectivo de Trabajo, CCT.
El resultado de lo anteriormente expresado fue que el lunes 11 de diciembre, después de las 18:00 horas la prestación que indica la cláusula 43 fue subsanada y la creciente inconformidad por la insolvencia en dicho beneficio, sosegada. Aún falta la parte de la retroactividad salarial y otras prestaciones que, estoy seguro, serán solventadas en los siguientes días.
La razón asiste al ingeniero Eric Garibo Cárdenas en el manifiesto del comunicado del día 08 del mes en curso. En él, el líder sindical afirma que: “La historia nos ha enseñado que sólo mediante la unidad y la lucha podemos alcanzar nuestras metas. Estamos en este camino juntos, y juntos triunfaremos” (sic).
Quizá la unidad, la solidaridad, la determinación y la cohesión entre los gremios SPCOBACH y STCOBACH, fueron la clave del movimiento que evitó que, con el transcurso de las horas y los días, se siguiera una violación estatutaria a los sagrados y consagrados derechos de la base sindical.
Sean estas líneas un reconocimiento tácito a quien encabeza los derroteros y destinos del SPCOBACH al desvanecer el fantasma de la gestión del gobernador de la entidad, Kiko Vega de la Madrid, en el año aciago del 2017, en el que salimos a marchar y demandar: “Soy COBACH y no me pagan”.
Días funestos fueron aquellos en los que las fiestas de fin de año se vieron enrarecidas por la desesperanza, la tristeza y la decepción, provocados por quien no le importaron las festividades decembrinas y la alegría de miles de familias afectadas por la falta de pago y que saborearon en su sino el trago amargo de haber elegido y apoyado en su proyecto para ser gobernador a un individuo insensible y abyecto.
Se conjuró y difuminó el espectro de quien no paga a tiempo los sagrados emolumentos para quien ya cumplió con su labor durante el año y se eludió la zozobra de no contar ni siquiera con lo necesario para el día a día, en esos amargos años que es traumatizante evocar.
Al tiempo.
DEPRESIÓN ESTACIONAL
Aunado a lo anterior, y por si fuera poco, diciembre se presta para la depresión estacional cuya frecuencia se incrementa en otoño e invierno: ya por condiciones climáticas, ya por el roce social que significan las fiestas de fin de año.
El índice de personas con depresión y los casos de suicidio se incrementan en la temporada decembrina. La falta de luz, las festividades propias de la época provocarán en menor o mayor medida, depende del caso de la persona en cuestión, la falta de apetito, tristeza, fatiga o desesperanza que se incrementan en mayor medida en personas con tendencias suicidas, ideas de minusvalía y culpa.
Si presenta una situación como la anterior deberá buscar ayuda profesional, ya que si no se atiende de inmediato se convierte en un problema crónico; el estado de ánimo puede empeorar, y el individuo que lo padece llega a ser disfuncional en su día a día.
Usted puede marcar la diferencia en las personas de su alrededor, familiares, amigos o conocidos, que presenten lo anterior, al estar atento a los cambios de ánimo y recomendar la ayuda de un profesional en salud mental, puede ser una situación de vida o muerte.
No todas las personas viven de la misma manera estos días, significativos para algunos, depresivos y nostálgicos para otros. De convivencia, de aislamiento y negación, así pueden ser las festividades del año que fenece.
LA MAESTRA DE LAS ESTAFAS
¿Qué se necesita para ser exonerados por el uso indebido de recursos públicos? La receta la podremos encontrar en las lecciones de la maestra de las estafas. Y así, en este país mientras más robes más indulgencia tendrás.
La justicia solamente castiga a los que se atreven a robar poquito, a los responsables de los grandes saqueos, se les exonera de toda culpa. La estafa no es robo. Ni el desfalco es hurto. Las leyes deben cambiar para no condenar con severidad a quienes robaron poco. Ni absolver a quienes robaron mucho.
