Tijuana, BC, a 12 de octubre del 2022.- Para las personas que habitan “El Bordo”, un hoyo, una compuerta e incluso un árbol, sirven para edificar sus hogares improvisados.
En la Vía Rápida Poniente, a la altura de Zona Río, existe un árbol en donde hay pedazos de cartón, madera, plástico y un sillón individual color verde, todos juntos forman lo que se podría llamar un “pequeño departamento” para una persona.
Incluye patio, luego que debajo de la “depa” haya baldes, bolsas de plástico con lo que parecían pertenencias personales como ropa, una caja de plástico, de esas para verduras, la cual contenía diferentes alimentos, trapos, y hasta unas flores, en específico girasoles.
En este lugar, en el cual se estima hay entre mil y dos mil personas, muchas de ellas con problemas de adicción al alcohol o drogas, otros tantos con condiciones psiquiátricas, las necesidades abundan al ser un grupo vulnerable a diferentes peligros.
El construir un pequeño refugio en un árbol significa hasta cierto punto algo de seguridad, al no estar a nivel de suelo, en donde se puede ser fácilmente víctima de robo u otros delitos que se dan en “El Bordo”.
Pese al intento que se hizo durante la gestión de Jaime Bonilla Valdez para “limpiar” el lugar de hombres y mujeres, la canalización sigue siendo un espacio para migrantes deportados, personas en situación de calle y delincuentes, como aquellos que han perpetrados crímenes, como el del joven Kevin Yael.
Sin duda hay ingenio en algunas personas que habitan “El Bordo”, algunas de ellas inofensivas, mismas que buscan sobrevivir y tener un lugar, un espacio íntimo, no importa que sea en un árbol.
