Janette De Los Reyes
Tijuana, 28 de agosto de 2022.-
Un asalto que sufrió hace 31 años provocó que Sergio Othón Vivaldo, desarrollara glaucoma y ahora perdió la vista. Pese a su discapacidad, continúa trabajando y capacitando a personas con problemas similares al suyo, ante esta situación pide a la autoridad retirar los vendedores ambulantes del centro de la ciudad de las paredes ya que impiden a quienes tiene problemas visuales, desplazarse con seguridad
En entrevista, el señor Othón, quien desde hace 17 años atiende el conmutador en la delegación Centro, recordó que en 1991, durante un viaje a la ciudad de México, fue asaltado. El la ladrón le hizo un tajo en el cuello, corándole la yugular. Aunque pudo recuperarse de ese atentado, al poco tiempo, le sobrevino un glaucoma que finalmente lo llevó a perder la vista.
El hombre de 68 años, reconoció que además del impacto emocional que genera perder uno de los sentidos, las personas con discapacidad semejante a la suya necesitan capacitación, facilidades para su desplazamiento y sobretodo, la posibilidad de tener un empleo, “no queremos que nos tengan lástima, necesitamos que nos den trabajo”.
En su tiempo libre, Othón ofrece capacitación a personas que como él, han perdido la vista con la esperanza de que puedan obtener un empleo y ser autosuficientes. Por eso es que pide a la autoridad que corresponda, que retire a los comerciantes ambulantes que colocan sus puestos cerca de las paredes en el primer cuadro de la ciudad, ya que al estar ahí impiden que quienes no ven puedan guiarse y caminar con seguridad.