LAS TEORIAS DE CONSPIRACIÓN TIENEN CADA VEZ MÁS PRESENCIA ¿QUÉ SON Y POR QUÉ TANTO AUGE?
Dra. Dora Caudillo Ruiz
Tijuana, 9 de mayo de 2022.- Las teorías de conspiración han cobrado mayor popularidad y tendencia mediática, este término se puede comprender como “poder superior oculto gestado en las altas esferas”, ya sea político, económico, o científico con fines de manipulación ideológica y conductual de los individuos. Este se utiliza para desestimar aseveraciones que se consideran mal concebidas, paranoicas, sin fundamento, extravagantes, irracionales o no merecedoras de consideración seria.
De acuerdo con la Dra. Dora Caudillo Ruíz, Docente del Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades de CETYS Universidad, los creadores de estas teorías conspirativas, buscan comprobar que un grupo poderoso o influyente domina y/o manipula al mundo con un objetivo en particular, sin embargo, no se sustentan en evidencias demostradas.
“En la cultura popular se identifica como un tipo de folclore similar al de una leyenda urbana, especialmente por presentar una narrativa con tres rasgos: sesgos cognitivos basados en rumores, versiones alternativas en la búsqueda de respuestas, y la asunción de una realidad alterada sobre los sujetos y los hechos que describe la teoría conspirativa. El término también se utiliza para desestimar aseveraciones que se consideran mal concebidas, paranoicas, sin fundamento, extravagantes, irracionales o no merecedoras de consideración seria”, definió la académica.
La experta en Tecnologías de la Información, indicó que su popularidad tiene que ver con que estos tienen mayor alcance o “views”, por lo que se vuelve un producto monetizable y entre más contenido encontremos en internet sobre teorías conspirativas, no significa que sea información cierta ni mucho menos verificada, simplemente es un contenido que el algoritmo sugiere por ser muy visto.
En ese sentido, los jóvenes suelen ser los más propensos a creer en las teorías conspirativas, ya que aún no tienen un poder de decisión en la sociedad y se tiende a pensar que son otras personas “las que mueven los hilos” en lo político, científico, religioso y/o económico, como una repuesta a lo incomprensible.
“Lo más discutible es el problema de decidir la veracidad de una teoría conspirativa en particular al punto de satisfacer tanto a sus defensores como a sus opositores. Las acusaciones particulares de conspiración varían ampliamente en su verosimilitud, pero pueden aplicarse algunos estándares comunes para evaluar el valor de verdad probable en cada caso particular”, señaló.
La Dra. Caudillo resaltó que las teorías conspirativas están basadas en la desinformación, ya que cualquier persona puede aseverar verdades absolutas ante la desconfianza y desencanto que han padecido en las últimas décadas figuras como el gobierno, iglesia, medios, etc.
EL PROBLEMA
La académica señaló que el daño que puede causar, aceptar estas teorías no comprobables es la toma de decisiones erróneas. De ahí la importancia de desarrollar el pensamiento crítico; cuestionar el origen de la fuente, identificar argumentos basados en hechos, ponderar el conocimiento científico sobre el empírico, analizar los hechos desde la objetividad y no desde la subjetividad y, sobre todo, ser un usuario responsable, tanto quienes generan contenido como quien los consume.
Algunos ejemplos de teorías conspirativas populares: la teoría de los reptilianos, illuminatis, extraterrestres, los terraplanistas, el atentado del 9/11 a las torres gemelas, la existencia de pandemia y lo relacionado las vacunas COVID-19, el hombre en la luna, que supuestamente fue una recreación para demostrar el poderío norteamericano al mundo donde tras un hecho violento se esconden, supuestamente, intereses económicos de una marca farmacéutica, que más allá de ser una teoría conspirativa, sería la realidad de una campaña publicitaria audaz, que de igual manera quedará por siempre en la suposición del colectivo popular.