GARCÍA O EL ARTE DE VER EL CAMBIO EN LA GRATUIDAD DEL SERVICIO SANITARIO EN LAS GASOLINERAS
La charla discurre amena. Ella, recién llegada de Veracruz. Platicamos de todo: vecinos, amigos, paisanos. Me comenta del desempleo que azota a la región —al estado entero— de la falta de oportunidades para los más jóvenes; de la cartera vencida, de cómo la gente se esconde para evitar a los cobradores de todas las financieras establecidas en la entidad; de la delincuencia, de la falta del servicio de recolección de basura en el pueblo y de la falta en el suministro del agua potable, de la represión policiaca en contra de los maestros, de los garrotazos en contra de los miembros de la prensa, de los retenes policiacos, de la descomposición social.
«—Muchas familias están abandonando a Veracruz —sostiene—. —Vienen a Tijuana, se van a Ciudad Juárez o a Monterrey porque en Veracruz ya no queda nada por hacer.
Quizá Veracruz carece de timón, de propela y capitán. Hace más de dos años, García, recién electo gobernador, prometió en el programa Tragaluz, con Fernando del Collado, (Milenio, 12 de julio de 2018) acabar con la delincuencia en dos años y transformar al estado. Comentó, en 2018, que recibía a un Veracruz lleno de agravios, la segunda entidad más endeudada y la mayor en casos de corrupción, la primera en delitos de alto impacto y de mayor opacidad en la administración pública.
Ufano, García mencionó que era un académico de la Universidad Veracruzana, con veinte años de trayectoria magisterial y que los veracruzanos no se equivocaron al elegirlo como gobernador.
Sin embargo, y a pesar de las promesas, de los discursos y de lo que sucede en tierras Veracruzanas, me parece observar a un García aletargado, perezoso, hostil, que siempre está a la defensiva, soberbio, sin capacidad para hacer frente a las grandes demandas que enfrenta la entidad e indiferente ante el hecho de que en el grueso de la población reina el desencanto, la desilusión y el desaliento.
Veracruz mantiene a un gobernador que escudriña a la prensa, que se burla, que responde con tono pendenciero, que extravía el discurso, que habla de la construcción de trenes aéreos, de que la nueva cepa del COVID-19 no llegará a Veracruz porque a la entidad no llegan pasajeros procedentes de Inglaterra: “Nosotros no tenemos ningún aeropuerto que reciba pasaje de Inglaterra…” o que en su gobierno “Estamos recuperando más vehículos de los que se roban”.
García presumió recientemente que al pasar a los baños de las gasolineras, durante sus recorridos a lo largo y ancho de Veracruz, ve el cambio: “[…] Irremediablemente paso a una gasolinera, y paso a veces a los baños, y veo el cambio. Ya hasta uno se anima a dar la cooperación porque ya no te la exigen. Ya está ahí la cooperación y te dicen, voluntaria. Entonces hasta la das con gusto porque ves el cambio. Que ya no te la exigen. En ninguna me han dicho, oiga tiene que usted que pagar (sic). Incluso me topé con una que me dijeron, no, no pague (sic) es gratis”.
En su visión de corto alcance García no puede presumir avances o atención de las grandes problemáticas por las que atraviesa la entidad: del basurero ubicado en “Las Matas”, de la contaminación de los mantos freáticos y de los cuerpos de agua, de la amenaza que supone a la flora y la fauna la descarga de los residuos domésticos e industriales en una importante zona aledaña a los afluentes del río Calzadas y en su incapacidad de gobernador para darle vientos favorables al Estado emplea la cantinflada.
Quisiera que alguien transmita este mensaje a García. Es una historia que me parece oportuno transcribir para el caso de todo aquel que busca un resquicio, un pretexto, una causa para no cumplir con la encomienda. El texto menciona a aquel que sólo es guiado por el cumplimiento del deber.
UN MENSAJE A GARCIA.
Entre los acontecimientos ocurridos durante la guerra de Cuba, hay uno que descuella sobre todos los demás y el nombre del individuo que lo ejecutó brilla como brilla el planeta Marte cuando está en su perihelio.
Al estallar la guerra entre España y los Estados Unidos, fue necesario establecer comunicaciones rápidas con García, jefe de los insurrectos, quien se hallaba en las regiones montañosas de la isla, sin que persona alguna pudiera precisar dónde y en qué lugares, a las que ni el correo ni el telégrafo llegaban.
El Presidente Mackinley deseaba, sin pérdida de tiempo, obtener la cooperación del expresado jefe. ¿Qué hacer en estas circunstancias?
Hubo quien, acercándose al Presidente, dijo: —Hay un hombre, llamado Rowan, que, sí es posible encontrarlo, encontrará a García.
Llamaron a Rowan, quien recibió una carta que debía entregar a García. Tomó el parte, lo colocó en una bolsita de hule y lo ató sobre su corazón.
De cómo a los cuatro días un bote lo desembarcó en las costas de Cuba, de cómo se internó en las selvas y tres semanas más tarde apareció en la otra costa, después de haber cruzado un país hostil y de haber entregado a García el mensaje recibido, son cosas de las que no deseo ocuparme. Lo que quiero hacer constar es: que Mackinley entregó a Rowan una carta pata que la llevara a García,” y que aquél la tomó sin preguntar ¿Dónde está García?
EL JUCIO
En otro orden de ideas, se acerca la fecha para la consulta ciudadana para enjuiciar a los expresidentes. Quienes han externado su inquina para que los exmandatarios sean acusados y juzgados penalmente y que se cumpla estrictamente la aplicación de la ley quizá tendrán que esperar el sueño de los justos.
Lo primero que se tiene que considerar es el éxito de la consulta para solicitar el juicio a los expresidentes y que hasta ahora sólo se ha convertido en una argucia política sin que existan elementos legales para que se lleve al cadalso a los exmandatarios. Será un evento plausible, un milagro, el hecho de que los ciudadanos exijan cuentas a los predecesores de López Obrador.
¿Qué impacto tendrá la tan sonada consulta popular? ¿Por qué no se procede penalmente por los hechos derivados de su encargo, como exservidores públicos, en contra de los exgobernantes? ¿Existirán elementos penales sólidos para poner en el banquillo de los acusados a los exmandatarios? ¿Por qué pedir la aprobación ciudadana para proceder penalmente si los delitos deben perseguirse de oficio o mediante querella? ¿El INE estará saboteando la consulta por acción o por omisión? ¿Los exmandatarios tendrán salvoconducto para librar el juicio si realmente éste procede? ¿Llegará la justicia? ¿Será venganza? ¿Existirá pacto de impunidad?
Concluyo: Frente a los nuevos brotes de las nuevas cepas del COVID-19: ¿Cuál es la prisa por regresar a la escuela?