Por: Erick Galván
Playas de Rosarito B.C.- No solo la pandemia, también las lluvias y bajas temperaturas han afectado de manera considerable la economía de muchas familias que por años se han dedicado a la venta de frutas en la playa.
Tal es el caso de la señora María, quien ya tiene más de 30 años trabajando en la playa, a pesar del frio instala su puesto, abre una sombrilla, se sienta en una silla donde pegue el rayo del sol para así poder calentarse un poco y esperar a que lleguen clientes.
Comenta que en todo el tiempo que tiene laborando jamás había pasado una crisis de esta forma, ni en la época de la influenza que le toco atravesar.
¨Ahorita si es muchísimo más difícil para nosotros todos los vendedores que cuando la influenza, cuando empezamos a saber de la influenza¨
Eran las 12 del mediodía y la señora María no había vendido nada de su puesto de frutas, comenta, del 100 por ciento que vendían anteriormente, únicamente venden un 20 por ciento, es decir, sus ventas cayeron un 80%.
¨Hasta ahorita no he vendido nada, en tiempos buenos de aquí juntábamos para todo el tiempo malo, por decirlo así, de aquí juntábamos, pero ahorita ya se vive al día, al día vamos¨
Comenta que a sus 60 años para ella es muy difícil emprender un nuevo negocio o buscar otra manera de sobrevivir, debe seguir instalada en la playa en espera de clientes para así poder tener un poco de dinero para atravesar esta crisis.