Festejo
Satanizado por la “amenaza” lanzada al alcalde de Tijuana Arturo González Cruz, el subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta Saucedo fue despedido de su trabajo bajo el argumento de la austeridad.
Mientras trascendía la destitución de Peralta, el alcalde de Tijuana Arturo González Cruz confirmaba su postura de hacer valer sus derechos políticos.
González Cruz ofrecería su estrategia de Desarrollo Económico en la capital del Estado, es decir, continuaría su estrategia de campaña.
En otras palabras, el alcalde González mandó el mensaje para que se entendiera que la destitución de Peralta era el aval del gobierno federal a su candidatura hacia el Gobierno de Baja California.
Aunque Arturo González es ciertamente inexpresivo, algún subalterno asegura que estaba feliz por la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cierto que la información oficial señala que el despido de Peralta es por cuestiones de austeridad, aunque para el alcalde González es el resultado de acusarlo de haberlo amenazado.
El gobernador Jaime Bonilla refirió el martes que el presidente había anunciado hace 2 meses que desaparecerían 10 subsecretarías por cuestiones de austeridad.
Hace casi 2 semanas el alcalde González denunció que el subsecretario Peralta lo amenazó al decirle que habían vendido un decomiso y que el dinero se utilizaría en su campaña.
Hoy Peralta está fuera y el alcalde González se siente más seguro, aunque no debe descartar el resurgimiento de Peralta.
Si en verdad AMLO lo despidió por lanzar amenazas, González debe tomar en cuenta que el presidente no lo reconocerá públicamente y colocaría a Peralta en otra posición. O tal vez despache en alguna entidad federativa.
Desde esa trinchera (cualquiera que sea) intentará hacer lo necesario para desestimar su postura.
Al tiempo.
González
Muy contentos están los subalternos del alcalde de Tijuana Arturo González Cruz, luego que la encuestadora Massive Caller ubicó a González 20 puntos por encima de su más cercano perseguidor, rumbo a la gubernatura de Baja California.
Esta encuestadora asegura que el 26 por ciento de los morenistas apoyan a González Cruz.
Fifís
Indignados porque la popularidad del presidente “no se hunde como ellos quisieran”, los detractores de AMLO ya no hallan como hacerle para evidenciar sus fallas y que sus aplaudidores se quiten la venda de los ojos.
El lunes el diario Reforma reveló que AMLO tiene el 56 por ciento de aprobación, aunque el presidente tiene otros datos.
AMLO dio su mensaje el martes (del segundo año de gobierno) enmarcado en una obvia austeridad.
Habrá que decir (aunque duela) que el día del informe ya no es —como antes— el día del presidente.
Vituperio
Dedicado a la manufactura de estrategias para mantener sus niveles de popularidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador cayó en la esencia de la desgastada frase “alabanza en boca propia es vituperio”.
Y no se trata de algún ataque frontal de algún conservador resentido, sino de la impresión que tuvieron muchos mexicanos al conocer que AMLO “alabó” su gobierno y no podía ser de otra manera.
En los spots previos a su segundo informe de labores el presidente dijo que “para enfrentar el peor momento que se vive por la crisis sanitaria y económica se cuenta con el mejor gobierno”.
Habrá quien diga que —ciertamente— los mexicanos necesitan ánimo y esperanza en estos tiempos difíciles y el presidente busca inyectar optimismo a sus gobernados.
Sin embargo, corresponde a los mexicanos aplicar los adjetivos al gobierno y no al presidente.
Cierto que las dificultades económicas son resultado de la Pandemia y esta última no es culpa del presidente.
Aun así los mexicanos deben calificar el desempeño del gobierno encabezado por AMLO.
A Cicuta le llamó la atención que el presidente elogiara el aumento de las remesas, es decir, el dinero que mandan los mexicanos del exterior.
Esos mexicanos que envían dinero huyeron del país arrastrados por la necesidad que acarreó la estancia de malos gobiernos.
Ahora, más allá del reconocimiento, reciben elogios y ellos pueden preguntarse: Si ahora hay un buen gobierno en México, entonces ¿podrían regresar a su patria?
¡Entonces ya no habría quien enviara dinero al país!
Positivo
Aunque el gobierno federal tiene considerada a Baja California en semáforo naranja, la autoridad estatal ha mantenido el color epidemiológico en rojo.
Vale decir que el secretario de salud en Baja California, Alonso Pérez Rico se ha mantenido atento al desarrollo de la pandemia para evitar que haya más contagios.
En otras palabras la decisión de mantener el semáforo en rojo es una medida preventiva que habrá que reconocerle a la autoridad estatal.
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Festejo ║ Jaime Flores Martínez
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