Tullido de sus capacidades por su permanente inmovilidad, el ingeniero Rigoberto Laborín Valdez dejó el jueves su tibio sillón de la CESPT para reposar en la cómoda hamaca de la subsecretaría de Saneamiento de la Secretaría del Agua de Baja California.
La tarde del jueves pasado trascendió que Laborín Valdez dejaba la dirección de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) y en su lugar entraba Sergio Rosete Weben, quien fungía como subdirector de Recursos Financieros de esa paraestatal.
Lo cierto es que durante el tiempo que Laborín cobró como director, Sergio Rosete asumió todo el peso de la CESPT.
Rigoberto Laborín cumplía perfectamente el papel de estorbo, con la salvedad que los empleados tenían que tolerarle su soberbia crónica y sus patológicos malos modos.
Y aunque presume a grito abierto su “estrechísima” relación con el gobernador Jaime Bonilla Valdez, lo cierto es que este último ni siquiera lo toma en cuenta para asuntos medianamente importantes.
Consciente de sus limitadísimas capacidades, el gobernador Bonilla nunca llamó a Laborín a participar en los informes que realiza diariamente.
Aunque en sus informes diarios ni siquiera lo menciona, sí le pide al secretario del Agua Salomón Faz Apodaca que informe a la gente sobre los avances que presenta la limpieza de la canalización del Río Tijuana.
Si Laborín se presume experto en el tratamiento de aguas residuales, entonces la única explicación que puede haber que Faz sea el encargado de esta tarea, es que Laborín simplemente no sirve.
Ya en el pasado Cicuta comparó a Laborín con un florero, aunque los floreros no tienen la culpa que el columnista los haya ofendido al compararlos con Laborín.
Si alguien se pregunta por qué el gobernador Bonilla soporta la presencia de un estorbo geniudo, la respuesta puede encontrarse en el hecho que Laborín es “protegido” del actual secretario de Economía Sustentable y Turismo Mario Escobedo Carignan, hombre muy cercano al gobernador Bonilla.
El caso es que la empresa Fisamex (la cual realiza las auditorías a los grandes deudores de agua) hace una labor que corresponde al director de la CESPT, pero el señor Laborín prefiere evitar la fatiga.
Ah
Por cierto, hace muy poco tiempo don Rigoberto Laborín presumió ante integrantes de la Cámara de la Construcción, que se encargará de entregar contratos a las empresas que participarán en la obra de una “nueva desaladora”.
Uno de los testigos asegura que los asistentes a esa reunión se sorprendieron de esa noticia, pues ignoraban que la autoridad estatal pretenda construir su propia desaladora luego de cancelar el proyecto de Rosarito.
Algunos opinan que Laborín quiso pararse el cuello al decirles eso, o bien cometió una gravísima indiscreción.
Lozoya
Es increíble que la autoridad judicial permita que el ex director de PEMEX Emilio Lozoya Austin enfrente su juicio en libertad.
Y se utiliza la palabra “Increible” porque fue vinculado a proceso por los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, ¡Y no pisará la cárcel!
Algunas personas están presas por robarse una lata de atún o un bolillo.
Lozoya es un testigo “sobre protegido” que goza de trato preferencial.
La autoridad indicó —primero— que el señor Lozoya llegó muy delicado de su salud.
¡Seguro que le dolía su cogotito! ¡Pobrecito!
Positivo
Qué bueno que los habitantes del ejido Villa de Jesús María, en la parte sur del municipio de Ensenada, ya tengan oficinas de la Fiscalía General del Estado para evitar un traslado de seis horas.
El viernes pasado, el gobernador Jaime Bonilla y el fiscal general Guillermo Ruiz, inauguraron unas instalaciones tan necesarias como prácticas.
Allí se dijo que las personas que necesitaban presentar una denuncia debían trasladarse hasta el poblado de San Quintín, localizado a unas seis horas de distancia.
Los más de 700 habitantes de esa comunidad están muy complacidos con la instalación de la fiscalía estatal.
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