Una de las creencias populares que más se ha transmitido de generación en generación es que los perros únicamente ven el blanco y el negro, por lo que perciben el mundo bajo tonalidades de estos dos colores; sin embargo, esto no es del todo cierto.
La visión de los canes carece de algunos receptores de luz que sí tienen los seres humanos, lo cual permite que podamos distinguir entre el rojo y el verde, tonos que no son interpretados por los cerebros de estas mascotas.
Los estudios científicos que se han hecho al respecto han necesitado de ejercicios en el que los canes reaccionan a luces o a colores determinados.
Los ojos humanos pueden ver como lo hacen gracias a un grupo de células receptoras de la luz que en los peludos está concentrada en menor medida.
Esto, además, evita que estas mascotas puedan percibir cosas con la misma profundidad y que su visión no sea considerada dentro del rango 20/ 20, sino en el 20/75, lo cual significa que necesitan acercarse mucho más a las cosas para poder identificar algunas cosas ampliamente.
A esto se debe añadir el hecho de que sus ojos no enfocan al frente, sino a los lados, por lo que se dificulta aún más el alcance de su vista.
Sin embargo, no todas son malas noticias para los perros, ya que su rango es el mismo durante el día que en la noche, por lo que ellos podrían distinguir sin problemas objetos aún sin la presencia de luz.