¡Qué bárbaro!, con la desfachatez que se carga la diputada local del Congreso de Baja California, Monserrat Caballero, quien sin recato alguno le entró al “chupe” en plena Sesión de la Comisión por los Derechos de las personas con Discapacidad, Adultos Mayores y Niñez.
Al percatarse de esta situación, ciudadanos se preguntan si la legisladora de Morena, quien se ha destacado por iniciativas que han generado controversia y repudio en la sociedad tiene algún problema de alcoholismo o simplemente sufría un golpe de calor en la comodidad de su hogar.
La realidad es que la diputada perdió la brújula y por un momento dejó que miles de bajacalifornianos pudieran observar el grado de apatía que siente por estar en sesiones donde no hay protagonismo y solo se incluyen temas de seguridad social para grupos vulnerables de la entidad.
¡Sépase!, que de acuerdo al Artículo 50 fracción (II inciso k) los diputados que se presenten en estado de ebriedad o bajo influencia de algún narcótico o enervante requerirán abandonar el recinto parlamentario, no permitiéndoles el uso de la palabra ni participar en las votaciones, en tanto permanezcan en el mismo.