Agobiados por las acciones que ejerce sobre ellos la Fiscalía General de Baja California, los propietarios del consorcio gasero Blue Propane decidieron cobijarse bajo el cálido manto de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Y es que el lunes de la semana pasada, el abogado Edgar Allan Jaramillo Pérez, representante legal de la empresa Blue Propane presentó una queja ante esa instancia (expediente 378/2020) contra la unidad de investigación especializada en delitos patrimoniales, dependiente de la Fiscalía General del Estado.
Según la queja, la fiscalía “violentó el principio de inocencia y los principios del debido proceso en perjuicio de la empresa expendedora de gas LP, Blue Propane”.
Agrega que a principios del año 2016 se inició una batalla legal “para romper el monopolio gasero en Baja California”, pues este consorcio intenta instalarse en Tijuana.
A través de su representante legal, la empresa acusa de dolosa a la autoridad ministerial. Subraya que esa autoridad hace señalamientos sin sustento legal alguno.
La autoridad señala además que “Blue Propane obtuvo de manera ilícita los permisos para operar sus estaciones en Tijuana”.
Naaaaa…
El asunto es que esta empresa argumenta que debido a la pandemia no es posible que los propietarios de ese consorcio viajen de Navojoa Sonora a la ciudad de Tijuana para atender la solicitud de comparecencia y rendir su declaración en relación a los hechos, pues tramposamente la autoridad los cita “en calidad de testigo”.
Dicho escrito, cuya copia obra en poder de Cicuta, señala que es riesgoso el traslado de los dueños de esa empresa Jorge Alberto Díaz Retes y Marco Antonio Sánchez Acosta.
En términos prácticos, la queja indica que el titular de la unidad especializada en delitos patrimoniales Arturo Robles Tovar, practica “terrorismo judicial” pues utiliza el poder del Estado para amenazar y amedrentar a los arrendadores con los cuales la empresa tiene relación contractual.
En pocas palabras, Blue Propane insiste en la operación de una decena de gaseritas distribuidas en la mancha urbana.
Durante la pasada gestión municipal, el escándalo estalló pues el entonces alcalde panista Juan Manuel Gastélum, conocido como el patas, fue acusado por los vecinos de varias colonias de otorgar —irregularmente— los permisos de operación para el funcionamiento de esas gaseritas.
Y aunque será muy difícil de probar, una versión que obtuvo el columnista ubica al actual secretario de economía sustentable y turismo de Baja California Mario Escobedo Carignan como el personaje que mueve los hilos detrás de Blue Propane.
A mediados de diciembre, Cicuta refirió un texto publicado días antes por el periódico Excélsior, donde tachaban de corrupto a Mario Escobedo.
Este funcionario habría fungido como “conexión” entre la autoridad estatal y la empresa sonorense.
Al estallar el escándalo de corrupción, el propio Mario Escobedo se desmarcó del problema al afirmar que los permisos para expender gas los otorga el gobierno federal y no la autoridad estatal.
Cabe decir que según el texto aludido, el señor Escobedo habría recibido una fuerte cantidad de dinero a cambio de facilitarle las cosas a Blue Propane para la instalación de sus pequeñas plantas en territorio bajacaliforniano
Aunque habrá personas que desestimen lo siguiente, Cicuta sospecha que Mario Escobedo diseñó la estrategia del consorcio gasero para fastidiarle la vida a la actual fiscal general de la entidad Guillermo Ruiz Hernández (a quien no puede ver, ni en caricatura).
Positivo I
Consorcios transnacionales afectados por la decisión del gobierno federal de frenar los proyectos para generar energías limpias en México, obtuvieron el pasado lunes suspensiones definitivas.
Un juez federal frenó indefinidamente la entrada en vigor del acuerdo del centro nacional de control de energías que impedía la función de las nuevas plantas.
En términos concretos, las inversiones que generaran energías renovables no serán frenadas.
Sin duda es esta una buena noticia, no sólo para los ecologistas y para los mexicanos, sino para los habitantes del mundo.
Positivo II
Impresionada quedó la comunidad católica mexicana al conocer que el sacerdote Miguel Domínguez recibió una llamada del Papa Francisco.
Dicha llamada se recibió, justo en el momento el que el padre Domínguez celebraba la misa.
El padre Miguel Domínguez está al frente de una pequeña parroquia ubicada en Jalostotitlán, Jalisco.
Los fieles asistentes a la celebración eclesiástica no daban crédito a la conversación, pues el padre Domínguez se las ingenió para poner a su santidad en el altavoz.
Qué bueno que la comunidad católica mexicana recibe esta clase de sorpresas.
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