Orgulloso discípulo del filósofo Nicolás Maquiavelo, el gobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez guardó la tajante solución y decidió hacerla pública hasta que estalló el escándalo.
Y es que el gobernador Bonilla utilizó el colmillo; negociar ácidamente con importantes empresarios locales que tenían millonarios adeudos por concepto de consumo de agua.
Uno de esos empresarios salió tan enchilado de la “negociación” con Bonilla que de inmediato elaboró “una tarjeta informativa” donde acusaba al gobernador de “extorsionarlos”.
¡Cierto que debían dinero, pero Bonilla se quedaría con él!
Según el autor de ese reporte, el gobernador Bonilla citaba a los deudores en la sede de la Comisión Estatal de Servicios Públicos (CESPT) y con gritos les advertía que de no pagar tendrían que atenerse a las consecuencias.
Estas consecuencias incluirían el corte total del agua y del drenaje, situación que ocurrió con tres negociaciones donde fabrican hielo.
Cicuta conoció que —en este caso— el representante de esos negocios rechazó la propuesta de pago y —al otro día— inspectores de Cofepris clausuraron los negocios, pues al tener cerrado el drenaje las descargas se hacían al aire libre.
El asunto es que mientras “la tarjeta informativa” llegaba a las redacciones, el Gobierno de Baja California divulgaba un comunicado de prensa sobre la corrupción existente entre ex funcionarios de la CESPT y acaudalados empresarios.
El documento oficial precisaba que la autoridad ya había recuperado 324 millones de pesos y el objetivo era que esos empresarios liquidaran 800 millones pesos que adeudaban.
Lo sorprendente fue que en el comunicado del Gobierno se acusaba directamente (con nombres y apellidos) a los empresarios deudores.
¡Los periodistas no lo podían creer!
Al día siguiente durante la conferencia de prensa de la mañana, el gobernador Bonilla reiteró que la Secretaría de Honestidad y la Función Pública se preparaba para presentar denuncias penales contra esos empresarios.
Bonilla sabe perfectamente quien es el autor de la tarjeta informativa donde buscaban desprestigiarlo, aunque esa intención fue desactivada por el contenido de un “boletín atípico”.
Por eso puede señalársele como discípulo de Nicolás Maquiavelo, al Gobernador Jaime Bonilla,
Bulto
Muy sonriente anda el ex diputado panista Carlos Torres Torres, uno de los que avalaron la polémica Ley Bonilla.
Además de presumir su melenita postiza, el señor Torres utiliza la línea telefónica para contactar a los burgueses de la entidad para “ponerse a sus órdenes”.
Y es que —si alguien lo ignora— don Carlos Torres es marido de la alcaldesa de Mexicali Marina del Pilar Ávila Olmeda, considerada el mayor activo de MORENA rumbo a la gubernatura.
Carlos Torres, quien ya incluso reparte favores por adelantado.
¡Hágame favor!
Uno de los “contactados” asegura que tiene claro que esos favores tendrán un costo altísimo si llegan a concretarse.
Incluso el señor Torres no tiene empacho en asumirse como el próximo “primer damo” del Estado.
Él asegura que primero tienen que “sacudirse” a Jaime Bonilla Valdez.
Se sabe que algunos personajes lo han cuestionado sobre los efectos que (para él) tendría la resolución que emitió el pasado día 11 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Carlos Torres levanta los hombros en señal de desinterés.
Las amenazas y los riesgos le pelan los dientes, pues es marido de la próxima gobernadora.
Al menos eso dice.
Positivo
Qué bueno que la mayoría de la sociedad bajacaliforniana atiende los llamados emitidos a toda hora por la autoridad sanitaria nacional y local.
La mayoría de la gente entiende que el coronavirus es una amenaza para muchos de nosotros.
Aunque existe una cantidad importante de gente en la calle, la realidad es que la sociedad está consciente de la necesidad de extremar los cuidados sanitarios.
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