Desquiciada por obra y gracia de la naturaleza, la síndico procuradora de Tijuana María del Carmen Espinosa (alias Melli) parece decidida a fastidiarle la vida a quien sea.
Y no se trata de lavarle la cara al alcalde local Arturo González Cruz, a quien la síndico acusa de hostigarla, sino destacar que la señora Espinosa se envuelve en el manto del cumplimiento, sin detenerse a pensar que pasa por encima de la integridad de la gente. Parece ignorar que la pone en riesgo.
Hace 2 domingos se dijo víctima de hostigamiento, pues le retiraron la escolta y le impidieron el acceso al estacionamiento y al elevador privado del edificio municipal.
¡Qué inconscientes! ¡Seguro quieren que se junte con la chusma!
Además, alguien debe señalar que esta mujer no mide el riesgo en el que pone a sus empleados al ordenarles que agobien a las dependencias en plena contingencia sanitaria, derivada del Coronavirus.
A la señora le indigna que su detractor González Cruz (el alcalde), la acuse públicamente de carecer de conciencia, pues ordena auditorías en plena crisis sanitaria, especialmente porque la mayoría de los empleados fueron enviados a su casa.
¡Al enviar a su gente a las dependencias, tampoco le importa ponerla en riesgo de contagio!
El asunto es que hace 2 semanas, la sinaloense Espinosa utilizó las redes sociales para denunciar la crueldad con que fue tratada, el excesivo hostigamiento y la marcada inconsciencia al quitarle la escolta.
Un día después el alcalde González criticó a la síndico porque en estos tiempos de emergencia se dedica a hostigar a los funcionarios, y no toma en cuenta que la mayoría de esas direcciones tienen solo personal de guardia.
Dijo que antes de subir ese video a redes, la síndico debió buscarlo y el asunto se habría solucionado de la mejor manera.
Contrariamente de lo que supone el alcalde, Cicuta estima que difícilmente la señora síndico podría ser invadida por la sensatez.
Un empleado de muy buen nivel que decidió renunciar a su puesto dentro de la Sindicatura Municipal hace semana y media, asegura que al menos otros cuatro empleados renunciaron por esos días.
Afirma que la señora Espinosa asume una postura más allá de la prepotencia y no le importa humillar a los trabajadores.
Quienes renunciaron a su cargo —dice el ex empleado— somos personas que tenemos dignidad y no permitimos que nos pisotee una mujer impreparada y egocéntrica.
Y es que la señora Espinosa es psicóloga de profesión que se presume diplomada en nutrición.
¿Eso se presume?
Además cacarea y gritonea que no atenderá las instrucciones del alcalde Arturo González, pues ella alcanzó ese cargo porque es íntima amiga del gobernador Jaime Bonilla Valdez.
En momentos de desquiciamiento pleno (es decir, todo el tiempo) advierte que fue enviada allí por Jaime Bonilla precisamente para hacerle la vida imposible al alcalde González.
Más grave resulta saber que la síndico Espinosa se dice morenista, pero la sospecha de sus compañeros es que con sus acciones le hace el juego al Partido Acción Nacional (PAN).
Una señal, es su generosa y tolerante actitud hacia el ex alcalde panista Juan Manuel Gastélum, quien sin empacho se atreve a decirle al actual alcalde “lo que tiene que hacer”.
En lugar de hacer cumplir la ley (como presume), la señora síndico se voltea para otro lado y hasta parece que le aplaude a el Patas.
Otra señal, es la abierta simpatía que la señora Espinosa regala a un personaje tan improvisado como pequeño de nombre Víctor Lagunas Peñaloza, vulgarmente apodado el Tigrito.
Este pequeñín se presume periodista independiente, aunque no hace otra cosa que fastidiar al alcalde Arturo González.
Tan obvias, reiteradas y descaradas son las críticas que vierte, que hasta el más ingenuo sospecha que detrás se encuentra la turbia figura de el Patas.
Lo que llama la atención es que la señora Espinosa le aplaude al Tigrito todas sus ocurrencias.
El ex empleado en mención afirma que la síndico se pone feliz si el Tigrito realiza una “encuesta patito” en su página, donde la ganadora de las preferencias para la próxima alcaldía de Tijuana es precisamente Melli Espinosa, (Dios nos libre).
¡Por eso le aplaude!
A nadie le sorprende que ella misma vote a su favor y todavía lo comparte.
Si la señora Espinosa acostumbra descalificar a quien se atreve a criticarla, ella debe saber que la mayoría de las personas consultadas observan en ella “un chivo en cristalería”.
También es oportuno subrayarle que Cicuta no busca defender a Arturo González, pues este señor tiene sus recursos para hacerlo.
Además el escribiente no acostumbra establecer pactos con la gente, que a la postre pueden resultarle inconvenientes. En pocas palabras Cicuta no se ha reunido ni busca reunirse con el alcalde Arturo González.
La intención del presente texto es únicamente subrayar que las improvisaciones en el servicio público, más concretamente en la Sindicatura Municipal, tienen por nombre María del Carmen, y apellidos ; Espinosa Ochoa.
Para darle equilibrio a este texto, habrá que señalar qué hay quien dice que la Señora Espinosa es muy capaz y disciplinada y que simplemente necesita cariño.
Positivo
Qué bueno que la autoridad se dé a la tarea de repartir alimentos a las clases más vulnerables, en estos tiempos de contingencia sanitaria.
La semana pasada el gobierno de Baja California entregó 100,000 despensas a ciudadanos que viven en zonas marginadas.
Muchos de ellos perdieron su trabajo y por lo tanto no tienen dinero para comprar lo indispensable.
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