Por Bernardo S. Cisneros Medina
El acto terrorista que se registró en las últimas horas del martes 27 de agosto en el interior del Bar Caballo Blanco, en Coatzacoalcos, Veracruz, que deja hasta el momento un saldo de 29 personas muertas, de las cuales la gran mayoría eran empleados del citado centro nocturno que llevaban el sustento a sus familias producto de su lícito trabajo, así como a dos marinos filipinos que después de desembarcar acudieron a ese sitio a divertirse, puso de manifiesto una vez más que el actual Gobierno Federal no cuenta con una estrategia, ni tiene el mínimo interés de contrarrestar los embates del narcotráfico, Poder Fáctico que impunemente mantiene a una gran parte del territorio mexicano en un constante baño de sangre, gobierno en turno que desde el 1° de diciembre de 2018, encabeza el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
Considerado hasta ahora como el peor acto terrorista, que se registra en México en los últimos años, no fue motivo suficiente para que Don Andrés Manuel López Obrador, tomara el toro por los cuernos, con el objetivo de armar una verdadera estrategia que le permita al gobierno que preside de una vez por todas someter y meter al orden a los integrantes del crimen organizado, que al amparo de la impunidad y bien organizados, sin tener una pisca de humanidad, ya no digamos de amor por la vida, se ha dedicado a pregonar insistentemente a los cuatro vientos que su gobierno no le declarará la guerra a los narcotraficantes. ¡Valiente decisión de nuestro presidente!
Pero el pasado fin de semana López Obrador, fue más allá, al responderles a un grupo de pobladores oaxaqueños que le suplicaron que por favor los ayudara con el Ejército porque ya no aguantaban a los narcotraficantes, esos ciudadanos que también pagan impuestos recibieron como respuesta del mandatario federal “que los narcotraficantes también son pueblo y son seres humanos”, por fortuna la sesuda respuesta del Jefe del Poder Ejecutivo Federal, quedó videograbada e inclusive fue subida a las redes sociales en donde se viralizó, ¡Amorosa respuesta de quien hoy nos gobierna!
Tan desinteresado está el gobierno Lópezobradorista en no tocar ni con el pétalo de una flor a los miembros del crimen organizado, que como todo Poder Fáctico ya cogobiernan con las instituciones, que no mostró dolor por el asesinato de un Coronel del Ejército Mexicano, Víctor Manuel Maldonado Celis, quien perdió la vida para variar el 25 de agosto, al ser emboscado por narcotraficantes en el poblado de Ziracuaretiro, Michoacán, pues como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas no dio la orden de que sus subordinados fueran en busca de los asesinos de un mando militar que murió en cumplimiento de su deber.
A la vez reflexiono, todo parece indicar que a AMLO, le dolió más la muerte de ocho mexicanos que estaban en el Paso, Texas, que el crimen artero y cobarde en donde 27 de los 29 muertos eran compatriotas, a tal grado que el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, ya quiere extraditar a México al tirador texano que de igual manera a sangre fría ultimo a balazos a 22 personas, no es que es que su servidor esté contra de que no se haga justicia por los ocho nacionales muertos de manera violente en vecino país del Norte, hechos que ocurrieron el sábado 3 de agosto, lo que incomoda es que nuestro Presidente no actué de manera contundente en contra de quienes por sus disputas territoriales para traficar con drogas, priven reitero de la vida a compatriotas inocentes.
Ahora sí que Don Andrés Manuel López Obrador, ve en temblor y no se inca, no es posible que al usar los criminales armas de grueso calibre para ultimar a cuantos se le ponen enfrente, insista en dejar solos a los gobiernos estatales para que con su limitada capacidad de fuerza, dinero y armamento enfrenten a delincuentes que los superan en todo lo anterior, sin importarle que los mandatarios de los estados afectados por la irrefrenable ola de violencia, remarquen una y otra vez que la federación los deja solos en la desigual lucha.
Recordemos que el delito de homicidio doloso, es un delito del fuero común, pero cuando el móvil del citado delito es por cuestiones vinculadas con el tráfico de drogas y si para ello él o los presuntos responsables utilizan armas de fuego de uso exclusivo del Ejército Mexicano como así sucede, la competencia es plena y totalmente del índole federal, razón más que suficiente para que López Obrador, no nade de muertito y asuma su responsabilidad, porque para el 1° de septiembre con motivo de su Primer Informe de Gobierno en materia de seguridad ¡ESTÁ REPROBADO!
Vienen a mi mente y a la mente de millones de mexicanos varias preguntas, ¿qué espera López Obrador, para acabar con esa sarta de delincuentes que se adueñaron del territorio mexicano?, ¿hasta cuándo López Obrador, permitirá que el Poder Fáctico esté arriba de las instituciones?, ¿por qué López Obrador, no actúa con todo el rigor en contra de esos asesinos?, ¿por qué López Obrador mantiene a Alfonso Durazo Montaño, como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, si no ha dado resultados?, ¿hasta cuándo López Obrador, dejará de culpar a sus antecesores de tantos males?, ¿hasta cuándo López Obrador, trabajará de la mano con el Gobierno federal de Estados Unidos, para detener a los líderes de los cárteles de la droga en México?, considerando que el problema del narcotráfico es bilateral y ¿hasta cuándo realmente López Obrador, le permitirá a actuar con rigor a la Guardia Nacional?, cuyo cuerpo policial es una figura decorativa y brilla por su ausencia.
No es posible, pero sí es posible, ver como que en vez de actuar con todo el rigor de la ley en contra de quienes actúan al margen de ley, y no haga nada para acabar de una vez por todas con el baño de sangre en México, a sabiendas de que según López Obrador como presidente de México, sabe todo y está informado de todo, puesto que él (López Obrador), aseguró que los presidentes de México estaban enterados de todo, en su caso no es la excepción.
Lo peor de todo es que, quienes se encargarán de investigar tan cobarde acto terrorista, utilizan los medios de comunicación, para justificar su trabajo, para culpar a uno y a otro, para evadir su responsabilidad y evadir su total fracaso al verse rebasados por los grupos de la delincuencia organizada, que a estas horas se mueren de risa al saber que “son pueblo y son seres humanos”, que por tal motivo no serán molestados, ni mucho menos puestos tras las rejas para que reciban el justo castigo terrenal, pese a las desgarradoras escenas de los seres queridos de esas hasta ahora 29 víctimas insisto inocentes, pero al fin de cuentas quizás y para colmo de males, tampoco esos multihomicidas recibirán el merecido castigo de la justicia celestial.
Cierro con esta exigencia:
Ya México, ni los mexicanos de bien aguantamos tanta impunidad, Ya México, ni los mexicanos de bien aguantamos tanta barbarie, Ya México, ni los mexicanos de bien aguantamos que continúen los actos terroristas como el que se suscitó en las últimas horas del martes 27 de agosto en el Bar Caballo Blanco en Coatzacoalcos, Veracruz, Ya México, ni los mexicanos de bien estamos de acuerdo en que el gobierno federal reaccione ante una reacción en vez de utilizar la inteligencia para contrarrestar a los grupos de criminales que actúan con inteligencia, con organización y con mejor armamento, pero sobre todo que actúan con cobardía y que acaban con la vida seres inocentes que como en el caso del referido centro nocturno, ni vela en el entierro tenían.
