Generalmente se piensa que nos “da diabetes” debido a un susto o a un evento que causó mucho impacto en nosotros.
Técnicamente no es un mito ya que una persona con altos niveles de glucosa que enfrente un susto, puede elevar aún más esos niveles y con esto desencadenar la enfermedad.
Sin embargo, tenemos factores que SI aumentan el riesgo de desarrollarla, pero hay maneras en que podemos prevenir y disminuirlo.
SI, si es posible prevenir la diabetes
SI, si es posible prevenir la diabetes, aunque tenemos factores que no podemos modificar como los antecedentes familiares, que es una de las causas importantes, pero no determinante.
El hecho que nuestros padres y abuelos sean diabéticos, no quiere decir que nosotros también estemos condenados a esta enfermedad.
Podemos controlar nuestro peso, nuestra alimentación y por supuesto la práctica de actividad física, ya que esos son factores potenciales significativos en la reducción de riesgo de la diabetes.
La nutrióloga Fabiola Acebo, considera que nuestro estilo de vida, la forma de alimentarse, nuestras dietas pobres de nutrientes o por otro lado, con excesos de azúcares y grasas saturadas, consumo de bebidas azucaradas o energizantes, que al final de cuentas son calorías vacías y no aportan ningún tipo de nutrientes a nuestro organismo.
El tabaquismo y alcoholismo, así como, nuestros desórdenes en horarios de comidas, por falta de tiempo, o por ocuparse en otras cosas menos en la alimentación es uno de los principales e importantes factores para que nuestra salud se vea afectada.
Y claro, si a esto le sumamos que no hacemos ejercicio (sedentarismo), que a veces no queremos ni caminar 15 minutos al día y preferimos utilizar el automóvil hasta para ir a la tienda que está a la vuelta de nuestra casa, imagínate, que tan mal estamos.
Por otro lado el ESTRÉS, también es uno de los factores importantes en la diabetes, y es a lo que TODOS estamos expuestos aunque creamos que somos las personas más relajadas del mundo.
El hecho de estar atrapados en el tráfico, problemas laborales, cuidar a un familiar enfermo, tener problemas en el matrimonio, problemas económicos o sufrir alguna lesión, son situaciones que pudieran parecer insignificantes para algunas personas.
Lo cierto es que estamos sometiendo a nuestro cuerpo a un estrés del que no estamos conscientes.
Como los factores mencionados hay muchos, pero siempre es posible evitarlos o controlarlos. Se ha comprobado que aunque tengamos predisposición genética, si controlamos nuestra alimentación, creamos hábitos más saludables y hacemos actividad física reducimos el riesgo de padecer diabetes.
Tenemos que cambiarnos el chip, el cambio está en nosotros. Podemos visitar a un nutriólogo, y no tanto para ‘’ponerse a dieta’’ simplemente para saber cómo tener mejores hábitos de alimentación.